domingo, 8 de junio de 2014

¡MRSA!...un estafilococo muy apegado.

El Staphylococcus aureus resistente a la meticilina o SARM es una cepa de la bacteria Staphylococcus aureus que se ha vuelto resistente a varios antibióticos, primero a la penicilina en 1947, y luego a la meticilina. La infección suele ser contraída dentro de los mismos hospitales por lo que produce sobre todo una infección nosocomial.  Actualmente, esta bacteria, sí responde a antibióticos como la vancomicina o linezolid, usados para combatir la infección. 


Para prevenir la diseminación a otros huéspedes, se utilizan medidas de aislamiento por contacto, modo por el que se contagia la bacteria, tanto en el paciente colonizado como en el infectado a través del contacto directo (tocando al paciente) o por contacto indirecto a través de superficies o instrumentos contaminados. La transmisión por contacto es el modo más  frecuente en la aparición de infecciones nosocomiales. Puede transmitirse de forma directa, lo que implica el contacto entre la superficie del cuerpo del paciente, como puede ser durante el momento de la higiene o al movilizarlo. Pero también puede ser transmitido de forma indirecta, suponiendo el contacto de la persona susceptible de contaminarse con objetos inanimados contaminados como son las agujas, los guantes, instrumentos, etc.

Los pacientes deben ser colocados en habitación individual o compartida con otro paciente infectado con el mismo germen.

Las personas que entren a la habitación del paciente deben ponerse guantes antes de entrar. Los profesionales deberán cambiarse los guantes tras la atención del paciente y siempre que se manipule material conteniendo altas concentraciones de microorganismos.
Se debe usar una bata si se entra en contacto cercano con el paciente. También cuando existe
un riesgo incrementado de contacto con material potencialmente infectado (paciente incontinente; con diarrea; colostomía; ileostomía; secreciones de herida que no sean contenidas por la curación).
Antes de disponerse a salir del entorno del paciente, se debe quitar uno la bata dentro de la habitación de aislamiento, evitando contaminar su ropa antes de salir del entorno, así como quitarse los guantes y lavarse las manos con un antiséptico, como la clorhexidina, durante 1 minuto, evitando de volver a contaminar sus manos antes de abandonar la habitación.
Los elementos de control del paciente, como estetoscopios, tensiómetro, termómetro, glucómetro, smart, etc... no deben ser usados por otros pacientes. Por esta razón, se debe provisionar la habitación del paciente de acuerdo a sus necesidades clínicas, diagnósticas y terapéuticas. En caso de necesidad de compartirlos deberán ser lavados y desinfectados previamente, como pueda ser el caso de levantar el aislamiento.

El aislamiento finaliza una vez terminado el tratamiento antibiótico para la infección, tras 2 cultivos negativos de la colonización. 

Algoritmo de actuación ante la sospecha de un brote por Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA):



Bibliografía:

(1) Álvarez Tuñón Z, Fernández Muñiz P, Martínez Ortega MC, Menéndez Gutiérrez ML, Prada Roces T, Rodríguez Rodríguez P, et al. Guía de aislamiento para pacientes con infecciones trasmisibles.
(2) González J. Infección Nosocomial por Acinetobacter baumanii multirresistente en unidades de cuidados críticos. 2005.


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