domingo, 15 de junio de 2014

UCI: al paso, al trote y al galope...

Como alumna de enfermería, uno de los lugares por el que me ha tocado pasar ha sido la UCI. Una Unidad de Cuidados Intensivos, se trata de un servicio de alta complejidad en su atención asistencial, que tiene como objetivo brindar unos cuidados integrales y holísticos a aquellas personas que se encuentren en situación crítica de salud, si bien se entiende un paciente crítico como aquel usuario que se encuentra afectado de dos o más órganos o sistemas corporales, con un alto riesgo de sufrir complicaciones en sus funciones vitales, las cuales pueden amenazar su vida a corto plazo.
Durante mis prácticas en UCI tuvimos pacientes con patologías con IAM, shock séptico severo, post-operaciones con complicaciones e insuficiencias respiratorias graves.
En la UCI en la que yo hice mis prácticas tan sólo había siete camas, y la verdad que mientras estuve allí, poco son los días en lo que alguna de ellas se encontraba vacía. Todos los paciente se encontra

ban conectados a ventilación mecánica mediante tubo endotraquel y, como resulta lógico, todo ellos estaban monitorizados y con conexiones, vías y sondas por todos lados. Obviamente, al tratarse, por suerte, de la primera vez que pisaba una UCI, me quedé impactada. No obstante, al final de la primera semana de prácticas ya me "acostumbré"...
Fueron tal cantidad de conocimiento y de técnicas que aprendí que tuve que recogerlas para acordarme después de todas ellas!!! Todas nuevas para mí!! La verdad que ha sido un rotatorio muy interesante y enriquecedor a nivel profesional por la cantidad de conocimientos que se han de adquirir para poder desempeñar la enfermería en la unidad como esta. Se trata de un lugar bastante dinámico, puesto que se realizan muchas técnicas y se realizan muchos tipos de cuidados diferentes, según la patología que presente el paciente. Muchos de los días me iba a casa con sensación de saturación por la cantidad de aptitudes que aprendía, y que tenía que recordar al día siguiente, sin embargo, también me sentía exaltada y entusiasmada por tener un gran afán de aprendizaje y, sobre todo, de superación por mi trabajo. La verdad que es un lugar con mucha carga psicológica...
Muchas veces me sentía muy insegura puesto que, al ver a los paciente en aquel estado, tenía cierta inquietud por miedo a cometer errores que pudiera perjudicar aún más al paciente. Son paciente muy vulnerables e inestables y, claro, aprender así siempre impone...
Es un lugar en que constantemente se aprenden cosas nuevas y cada día te reta a poner a prueba tus conocimientos y experiencia. En una UCI, es preciso disponer de un amplio control de la fisiología y anatomía del cuerpo humano, así como conocer todo tipo de técnicas, invasiva y no invasivas. Aunque lo más importante de todo, a mi parecer, es saber mantener la serenidad y la calma y poder pensar con claridad, sobre todo ante situaciones de emergencia, tal y como ocurre en muchas ocasiones cuando llegan pacientes ingresados desde urgencias por situaciones agudas graves.
He dispuesto de poco tiempo para todo lo que se puede aprender en una UCI, pero he absorbido todo lo que ha estado en mi mano, aunque no hubiera podido hacerlo de la mejor manera posible sin la grandiosa ayuda de los profesionales de la unidad. Así como en otras unidades me he encontrado con gente que no le gusta la docencia o que simplemente no le gusta su trabajo, aquí he tenido la gran suerte de haber podido sacar de cada uno lo mejor de ellos mismos y aplicarlo a mi campo profesional. Gracias a ellos, tarde relativamente poco tiempo, en que me pudieran asignar pacientes a mi cargo, bajo supervisión obviamente, y de hacerlo de manera correcta y eficaz. Eso me hizo sentir muy cómoda con mi trabajo por ofrecerme esa confianza y seguridad en mi misma. Me sentí muy alagada por parte de los profesionales, ya que supieron valorarme y depositar una gran confianza en mi.

Una de las cosas que más me costó, fue la barrera de comunicación que existe con los pacientes, ya que la mayoría se encuentran intubados, sedados y/o inconscientes. En este aspecto encontré una labor muy importante en el papel de enfermería, ya que debemos estar atentas a las expresiones faciales y a su lenguaje no verbal para poder interpretar lo que desean expresarnos y comunicarnos. Así pues, creo que, en este aspecto, es importante el esfuerzo de los profesionales y disponer de una gran empatía con ellos. Los mismos pacientes se ponen nerviosos y les genera ansiedad el hecho de no poder realizar una comunicación efectiva de sus necesidades, deseos y emociones. Igual de importante es poder tener una comunicación efectiva con la familia, quienes sufren mucho de ansiedad y preocupación por el enfermo, y muchas veces son ellos quienes han de tomar decisiones importantes por el paciente.

Tan sólo espero poder llegar a ser tan bueno como un enfermero de UCI...!!!

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